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Satisfacción contenida en Mequinenza por el inicio de la prueba piloto para la retirada de lodos del cauce del Segre
Antonio Sanjuán, alcalde de la localidad, recordaba que ya existía un proyecto aprobado hace una década que no se ejecutó y se mostraba esperanzado en que los avances conseguidos “tras tantos años de reivindicaciones” sirvan para dar una solución definitiva
Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha iniciado la prueba piloto que se anunció el pasado mes de abril para determinar la técnica óptima, entre las tres que se testearán, para retirar, después de décadas de reclamaciones, el más de medio millón de metro cúbicos de lodos acumulados en el cauce del Segre frente al núcleo urbano de Mequinenza procedentes del desembalse de Barasona a mitad de los 90. Esta prueba se llevará a cabo en dos fases, la primera se llevará a cabo en el espigón y la segunda frente a las Piscinas Municipales.
Antonio Sanjuán, alcalde de Mequinenza, se mostraba “moderadamente satisfecho” por el inicio de los trabajos “tras tantos años de reivindicaciones” algo que afirmaba “conocen muy bien en Confederación y en el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO)” haciendo referencia a unas declaraciones de María Dolores Pascual, presidenta del organismo de cuenca, a la Agència Catalana de Noticies (ACN) en las que aseguraba que el Ayuntamiento hace tiempo que pedía “insistentemente alguna solución para mejorar el entorno”.
Satisfacción contenida por el avance en la solución del problema por el hecho que, recordaba, “hace una década existía un proyecto aprobado con todos los permisos que no llegó a ejecutarse” y se mostraba esperanzado en que una vez finalizada la prueba piloto el próximo año “se lleve a cabo la actuación definitiva, que es lo que reivindicamos y que todavía vemos lejos”. Una situación, la des estado del cauce, que afecta directamente a la economía local con pérdidas, que un estudio encargado por el Ayuntamiento, fija en 400 millones de euros y la pérdida de 1.100 empleos en los últimos diez años.
Según informa la CHE, la primera fase de las pruebas, que se llevan a cabo como parte de la “Estrategia para la gestión integral de sedimentos de la demarcación hidrográfica del Ebro” recogida en el plan hidrológico aprobado en febrero de 2023, tendrán una duración de tres meses. Se centra en la zona del espigón del Campo Municipal de Regatas donde se llevará a cabo una extracción y transporte por medios mecánicos y por succión de los sedimentos depositados que se verterán en el cauce preferente río Segre, mediante el vertido directo.
A comienzos del año 2024 comenzarán los trabajos en la zona próxima a las piscinas de la localidad. En este segundo caso la extracción se realizará mediante una draga de succión y el transporte mediante bombeo por tubería. La duración de estos trabajos se estima en 5 meses.
A finales de 2024 se prevé la finalización de la prueba piloto con la redacción de informes de resultados y conclusiones de la aplicación de las diferentes variantes. Se prevé una movilización de un volumen total de 12.700 m3 de sedimentos.